No es un coche ni una bicicleta, es algo entre ambos. Con el tamaño de un carrito de golf y silueta de cápsula futurista. Su nombre es Frikar y nació en los países escandinavos, donde la movilidad urbana enfrenta desafíos muy distintos a los del resto de Europa. Sin embargo, este peculiar vehículo comienza a aparecer en las calles de Alemania y Noruega, y acumula más de 3,000 pedidos, según información de Car and Driver.
No necesita licencia para conducirse, tampoco requiere placas y su precio es de 6,500 euros, aproximadamente 141,050 pesos. Y sin embargo, se maneja con un pedal, puede alcanzar 25 kilómetros por hora y tiene una carrocería que protege al conductor del frío, el viento y lluvia. Frikar fue desarrollado por la empresa noruega Podbike. Su idea es tan lógica como radical: transformar la experiencia de pedalear en algo más seguro, eficiente y cómodo, especialmente en climas adversos.
Para eso, diseñaron una estructura ligera con cuatro ruedas, dos motores eléctricos integrados en las traseras y sistema de asistencia eléctrica que se activa cuando el conductor lo necesita. En otras palabras, parece un mini auto del futuro, pero se comporta como una bicicleta eléctrica. Y gracias a su diseño, puede circular por carriles especiales para estos vehículos sin problema ya que no es más ancho que un remolque.
El diseño es uno de sus puntos más llamativos. La cabina tiene un parabrisas de forma curva que envuelve completamente al ocupante. Es tan cerrado como un coche pequeño, pero mucho más liviano. Solo pesa 200 kilogramos. Ese detalle, sumado a su aerodinámica pulida, hace que el aire fluya a su alrededor con la misma resistencia que una bicicleta de carreras. También tiene frenos automáticos que se activan si el sistema detecta que se supera el límite permitido.

Su velocidad máxima por asistencia eléctrica está limitada a 25 kilómetros por hora. Por dentro, sorprende. El conductor se sienta casi como en un auto urbano tracidional. Tiene volante tipo manillar, sistema de cambio electrónico y espacio para un pasajero infantil en opción. El sistema de propulsión incluye dos motores de 250 W, aproximadamente 0.2 caballos de fuerza que funcionan con una batería de 877 kW.
Eso le da una autonomía de hasta 80 kilómetros, dependiendo de cuánto se utilice el motor frente al pedaleo. Además, la batería se recarga con el movimiento o enchufándola como un scooter eléctrico. La Frikar no solo es una propuesta distinta, también es un laboratorio rodante. El equipo de Podbike ha integrado actualizaciones inalámbricas y una aplicación que permite revisar el estado del vehículo desde el celular.

Su chasis de apenas 84 centímetros de ancho lo hace ideal para las calles europeas estrechas y para estacionarlo en espacios mínimos. En 2025, la marca planea expandirse a más países, primero llegará a Suiza, luego a Bélgica y Francia. No sería raro que más de uno se la tope por ahí y piense que es un vehículo de película. Pero no lo es, se trta de una nueva apuesta de movilidad, en tamaño compacto.
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